El apagón de las redes 2G-3G es una realidad, a pesar de ser las redes de mayor popularidad y con mayor cantidad de dispositivos M2M conectados en América Latina. ¿Estás preparado para sobrevivirlo?
Un Poco De Historia
Las redes 2G y 3G, lanzadas comercialmente en 1991 y 2001 respectivamente, fueron generaciones realmente revolucionarias en el ámbito de las telecomunicaciones. En el caso de 2G, significó la transición de comunicaciones analógicas a digitales.
Esto implicaba, desde la encriptación de las llamadas de voz (que en las redes 1G sólo eran moduladas a mayor frecuencia), una utilización más eficiente del espectro de radiofrecuencias, admitiendo mayor cantidad de usuarios en cada banda, y principalmente la aparición de servicios de datos para teléfonos celulares, comenzando con los SMS, pero iniciando también la expansión de la internet a los dispositivos móviles.
¿Quieres conocer cómo impactó en el negocio del rastreo y gestión de flotas? Puedes hacerlo leyendo nuestro artículo Del AVL al Internet del vehículo: ¿cómo el rastreo GPS evolucionó al IoT? Visitando este enlace.
En tanto, y quizás la razón misma por la que la red está en la mira de los teleoperadores para ser eliminada, 3G se trató de una mejora incremental e inevitable más que otra cosa. Pero no hay que confundirse, ya que aportó el primer escalón tangible entre generaciones en un aspecto clave: velocidad.
La mejora en las velocidades de transmisión de datos (hasta 7 veces más rápido que 2G) hizo posible que la utilización de aplicaciones y dispositivos que requirieran más cantidad de datos sin sufrir demoras ni pérdidas de fluidez despegara. Y así lo hizo el video móvil, que, si bien había dado sus primeros pasos con la generación anterior, vio con el aumento en capacidad de transmisión un crecimiento exponencial.
Y todo esto mientras mantenía las capacidades de voz para llamadas telefónicas sin recurrir a implementaciones más incómodas, a diferencia de lo que sucedería con 4G, que trabaja con VoLTE (Voice over LTE) o haciendo fallback a 2G ó 3G.
¿Por qué esto afecta a tu negocio?
Porque muchos ecosistemas han estado aprovechando las capacidades de estas redes, suficientes para la mayoría de sus requerimientos pero de bajo costo respecto a tarifas, derechos, patentes y hardware, como son los sistemas de pago POS, alarmas de seguridad, medidores de consumo de servicios (gas, electricidad, agua), es decir, los dispositivos M2M (Machine to Machine) e IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas).
Si bien hay muchos dispositivos compatibles con 4G para las industrias de AVL, gestión de flotas y conectividad vehicular, la realidad es que la gran mayoría todavía depende de las redes 2G y 3G, no solamente por los factores mencionados anteriormente, sino potenciados por la cobertura geográfica de estas tecnologías respecto a las más jóvenes.
Según nuestra investigación y comentarios de clientes, en nuestra zona de interés (América Latina) el apagado se está dando tanto en forma programada, donde dependiendo la región se opta por apagar una u otra (o ambas), como de manera orgánica o encubierta, no reemplazando antenas dañadas o directamente reemplazándolas por las de la red 4G.
Esto crea baches o puntos sin cobertura en tiempo real que traen inconvenientes en la precisión de la localización y riesgos a la seguridad de los activos monitoreados. Ten en cuenta que el apagón es diferente no sólo entre regiones, sino entre operadores. En España, por ejemplo, Movistar habla de apagar la red 3G en 2025, pero no menciona la 2G, al igual que Vodafone pero entre 2022 y 2024, y en cambio Orange, menciona para la misma fecha el fin de 2G sin mencionar 3G.
En México, Movistar viene anunciando y luego postergando el apagón de la red 2G todos los años desde 2019 aproximadamente.
En cambio, en Brasil, la adopción de nuevas redes ha sido sensiblemente mayor y ya en 2019 el 67% de sus dispositivos conectados pertenecían a tecnología LTE (4G), valores similares a Chile con un 65% en esta red.
Lo cierto es que particularmente en América Latina, los operadores han sido más reservados respecto a sus planes concretos, creando una situación de aún más incertidumbre.
Cómo responder al cambio
Entonces, ¿cómo puedes responder a esta realidad? Primero y principal, debes analizar la situación local. Intenta investigar cuál es el estado real del apagón de proveedores locales y si está afectando a 2G, 3G o ambas por igual, en tu zona de influencia.
Ten en cuenta que, si en tu región los principales operadores tienen una base instalada voluminosa de dispositivos de estas redes y no están con campañas agresivas de migración, es posible que estén extendiendo su vida útil unos pocos años más. De cualquier manera, asegúrate de conocer si comenzarán por una o por otra, para tener noción real del impacto que tendrá en tus dispositivos y por dónde comenzar a tomar medidas preventivas.
Asegúrate de conocer sobre la cobertura geográfica de redes alternativas ya que, si bien se encuentran en permanente expansión, puede ser que todavía no cumplan con tus necesidades o lo hagan parcialmente.
Realiza un análisis financiero. ¿Cómo afecta a tu negocio una migración planificada reemplazando equipos? ¿Tienes posibilidades de conseguir financiación? ¿Están tus clientes en condiciones de afrontar todo el costo, estará de tu parte o tendrán que compartirlo?
Prueba el ejercicio de simular el reemplazo de todos tus dispositivos. Analiza cómo se compone el mix de tecnologías y proveedores.
Ten en cuenta que, al no ser algo que las prestadoras estén comunicando con fechas y certeza absoluta, los equipos que deberían ser reemplazados todavía están vigentes y tienen aún cierto valor en el mercado de segunda mano, que no será el mismo una vez que el apagón sea algo visible y tangible para todos.
Una vez determinada tu situación, comienza el plan de reemplazo. Es una excelente oportunidad para aprovechar las bondades de los equipos y redes más modernos, donde encontrarás ventajas, por ejemplo, en duración de baterías, menor consumo de datos, posibilidad de trabajar con fallback a otras redes (4G a 2G ó 3G, celular + satelital, etc.), entre otras.
Lo importante es que tengas presente que esto es una realidad y recuerdes que, cuanto antes actúes, más podrás defender el valor de dispositivos a reemplazar y comprarás mejor anticipándote a la mayor demanda respecto a cuando todos estén queriendo hacerlo al mismo tiempo.
¿Y después?
Si bien se espera que 4G tenga una vida útil extendida, es de esperar que no sea tan larga como la de 2G ó 3G. Sí es verdad que se ha desarrollado con la intención de no contar con limitantes que impliquen su obsolescencia prematura, pero la realidad es que la red 5G provee una propuesta superadora, al incorporar principalmente 3 versiones:
Low-band, que se comporta principalmente como 4G, con rangos de frecuencia similares a 4G, algo mayor de velocidad de transferencia de datos y antenas con cobertura también comparable con ésta.
Mid-band, que a mayores frecuencias (2.5 a 3.7GHz) puede triplicar y hasta casi cuadruplicar la velocidad, manteniendo un rango de cobertura más que aceptable, lo que la hace en muchos casos la versión de desembarco de esta tecnología, por encima de la anterior.
High-band o millimeter-wave (mmWave), que si bien permite velocidades extremadamente superiores (en los Gbit/s), tiene un alcance mucho más limitado, que se ve interrumpido incluso con objetos que interrumpan la visualización entre la antena y el dispositivo (line of sight). Esto hace que requiera multiplicidad de pequeñas celdas para funcionar correctamente, por lo que su aplicación será únicamente en ciudades densamente pobladas o casos de uso especiales.
Entonces, es altamente probable que 4G y 5G convivan por un largo rato, ya que finalmente se complementan, de la misma manera que 2G y 3G lo han hecho anteriormente con 4G.
Y de aquí para adelante se espera que la revolución en redes se consolide.
Las pruebas de 6G la plantean como una profundización de lo propuesto por mmWave.
Recientemente se han realizado con éxito tests de transmisión a unos cien metros al aire libre por parte de LG, que en condiciones de laboratorio ha alcanzado velocidades de ¡48 GB/s!. Tan sólo imagina qué puede significar esto para la transmisión de video desde diferentes cámaras en un sólo vehículo en forma simultánea.
Las aplicaciones de este tipo de velocidades de transferencia de datos cementan los rumores de que nos espera un futuro de convergencia entre WiFi y las redes celulares a una sola WAN, donde todos los dispositivos de un ecosistema IoT, o en realidad ya IoE (Internet of Everything) estarán interconectados.
¿Y cómo afecta a nuestra industria este futuro no tan lejano?
Estamos hablando de vehículos (objetos/cosas), procesos, personas y datos conectados. Es decir, existiendo entre otras cosas una conversación V2V (vehículo a vehículo), compartiendo información, estadísticas, intenciones, límites o restricciones, y cualquier otro dato que afecte las decisiones o la información resultante en acciones.
Imaginemos esto en protocolos de comunicación, estandarizaciones y demás.
Si vamos hacia un futuro tan conectado, ¿será quizás entonces la última compra que hagas de rastreadores? ¿Tendrás que pensar solamente en accesorios o sensores el día de mañana? ¿Quedará el desafío del lado del software?
Suena interesante, ¿no?
Lo cierto es que estamos viviendo una época sin igual. Somos los privilegiados que están protagonizando y experimentando el cambio y es apasionante.
Y entonces, vale nuevamente la pregunta: ¿Está tu negocio preparado?
El apagón es real y llegará más temprano que tarde. Obtén información local y evalúa. Realiza un plan. Impleméntalo.
Actúa a tiempo y puedes convertir lo que para otros será un problema en una ventaja competitiva.
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